Las facultades psíquicas como la telepatía o la precognición están perfectamente tipificadas en los manuales de parapsicología, aunque bien es cierto que la supuesta energía psíquica, llamada en algunas ocasiones psicotrónica o fluido mesmérico entre otras denominaciones, no se ha podido corroborar su existencia física, pero realmente tendremos que esperar a que la ciencia, en este caso la física, aporte pruebas. No es algo tan raro, pues revistas especializadas, y no me refiero a las de misterio y esotéricas, si no las más científicas, cada vez publican más acerca de temas relacionados con lo que denominamos misterio y parapsicología

Muchas son las energías y frecuencias que no percibimos con nuestros sentidos comunes. De hecho, más allá del espectro de luz o de sonido perceptibles por el oído humano, existe todo un mundo de frecuencias de audio y de luz que nos pasan desapercibidos y que sin percatarnos nos influyen.

Experimentos en donde el sujeto ha sido aislado en una  jaula de Faraday, o incluso de plomo, han descartado que se trate como en un principio se creía de ondas electromagnéticas, tal vez y como apuntaba el astrónomo Firsof, tal vez se traten de partículas subatómicas o de otra índole semejantes a los neutrinos, mindones o psitrones. Son tan solo dos denominaciones que personas de ciencia han dado a “algo” que aun no podemos verificar. Hoy en día estas transmisiones telepáticas, o cualquiera de las facultades que atribuimos a las personas psíquicas, bien pudieran tener la respuesta en la física cuántica, de hecho no somos pocos los investigadores que apuntamos en esta dirección.

Personas con creencias más esotéricas apuntan a energías sobrenaturales, pero para mí, y a modo de opinión personal, lo sobrenatural no existe, tan solo es algo desconocido para lo cual de momento no tenemos una respuesta razonable.

La naturaleza nos ha bendecido con el tesoro del cerebro, el gran desconocido, y el que en un futuro nos seguirá dando sorpresas. Lo cierto, y lo que parece evidenciar la física moderna, es que nuestra mente, nuestra intencionalidad, puede actuar en el mundo subatómico. Pudiera ser que el  término “parapsicología”, más allá de la psicología, empiece a estar caduco o, cuanto menos, deberíamos plantearnos el introducir nuevos términos como por ejemplo el de Parapfísica, con un sentido de más allá de la física conocida.

La física cuántica nos dice que con el “simple” hecho de observar incidimos en el resultado. Tendríamos que empezar a buscar el fenómeno paranormal y su origen más allá de lo objetivo, pues aunque califiquemos como subjetivo el mundo de las percepciones e incluso de los sueños, en realidad tratamos con manifestaciones y sensaciones reales como lo pueden ser el intelecto. Eso sí, no puede ser confundido con el mundo creado también por nuestra mente denominado “fantasía”, pues la capacidad de imaginar es una de las facultades que nos hace seres humanos, pero se queda ahí, en fantasía.

Visionarios, médiums, profetas o videntes son lo mismo dependiendo del campo en el que se muevan, religioso, social, etc…

Parece una realidad la existencia de la energía psíquica, nuestros cerebros estarían diseñados para emitir y recibir. Sin embargo, incidir en una grabadora grabando mensajes coherentes presenta muchas incognitas y dificultades.

Nuestra psique tiene mucho por mostrar, pues más allá del consciente y el subconsciente nos encontramos con el supraconsciente, acceder a las dimensiones transpersonales de la psique es posible mediante lo que conocemos como el trance, la meditación, el Yoga, o incluso la ingestión de psicoactivos pueden adentrarnos en un mundo de conocimiento hacia nosotros mismos y hacia nuestro universo. Estas experiencias reciben diferentes nombres según la técnica o en el contexto de creencias que se englobe, éxtasis o transmutación crística serían tan solo dos ejemplos.

Aun habiendo analizado escuetamente estas cuestiones, seguimos como al principio, con la misma pregunta ¿Existen evidencias de que nuestra mente posee facultades extrasensoriales y que estas puedan incidir sobre la materia?

Williams Crooke, premio Nóbel en física reconoció la realidad de los fenómenos parapsicológicos o extraordinarios. Otras tantas personalidades de la ciencia opinaron de igual manera. En 1985, H. Myers hablaba del “Yo subliminal”, de una especie de conexión entre las mentes que explicaría en teoría el fenómeno de la telepatía.

A un nivel más de estar por casa, nadie niega el hecho de que una persona puede percibir cuando está siendo observada. Esto sucede a nivel del día a día: En vagones de metro, tren o autobús, por ejemplo, uno se siente observado, se gira y efectivamente alguien nos observa, por lo tanto es innegable que algún tipo de energía, la denominemos como la denominemos está operando.

En 1985 la teoría de las neuronas telámicas señalaban al cerebro como el desencadenante de la fenomenología paranormal, pero ciertamente es una teoría que no ha podido ser confirmada, científicos se aferran en saber, en determinar una zona del cerebro la cual sea responsable de la actividad paranormal. Sin embargo… ¿Cabría la posibilidad de que no sea una parte determinada?

Hace unos años una amiga mía sufrió un terrible accidente de moto, perdiendo masa encefálica, el pronóstico de los médicos eran graves secuelas, seguramente el estado vegetativo. Sorprendentemente hoy en día esta persona hace una vida normal, por descontado que le han quedado secuelas en el sistema motor, en el habla y seguramente también a nivel más profundo, pero este hecho, uno de tantos, prueba que una determinada parte del cerebro puede hacerse cargo de funciones que se desarrollaban en otra parte, puede que me aventure en mis hipótesis, pero tan solo muestro lo que he visto y he podido constatar, pero la medicina hay que dejársela a los médicos.

Existen numerosos trabajos que abordan nuestro desconocido cerebro. La posibilidad de que este opere como un holograma y que participe de un universo holográfico son cuestiones para el aficionado a estos temas difíciles de entender, pero si lo que realmente buscamos son respuestas, no nos quedará más remedio que acudir a la psicología, a la física o incluso a la filosofía.

Estudiosos apasionados por los fenómenos fronterizos de la mente, como por ejemplo Jung, han sido atraídos por lo paranormal y sus estudios irremediablemente le han llevado a estos fenómenos.

El tema de la mente profunda, de las divisiones de nuestra consciencia, de las percepciones en situaciones límite como las cercanas a la muerte o las experiencias visionarias o de percepción, abren un camino ilimitado de posibilidades, tal vez como nuestro propio cerebro. Podría seguir abordando en decenas de folios experiencias, terminología y facultades a nivel científico de la mente, pero esta breve introducción la considero suficientemente ilustrativa para abordar el tema de los sensitivos de una forma más cercana y a través de las propias experiencias y resultados obtenidos al utilizar las facultades de estos sujetos.

Un tema siempre discutido es si todos poseemos capacidades psíquicas. La respuesta es innegablemente afirmativa. Para desarrollar una determinada facultad sucede como con el cuerpo físico, con la debida preparación las facultades se desarrollan.

Muchos son los grupos de investigación paranormal que se centran en el uso de aparatología. Ciertamente los equipos electrónicos no son sugestionables como lo es la mente humana, pero intentar detectar un “fantasma” con un detector de presencias o de campos magnéticos seguramente sea inapropiado, pues si no sabemos de que está formado el fantasma no podemos saber cual es el detector apropiado. Podemos usar varios de estos detectores, de electromagnetismo, iones, etc… Sin embargo, las alertas que estos aparatos han dado no preceden o anteceden al fenómeno paranormal. Una variación en las condiciones magnéticas de un determinado lugar no implica para nada que se trate de algo paranormal.

La teoría de las impregnaciones e infestaciones dice que determinados sucesos vividos con especial emotividad pueden de alguna manera impregnar un determinado lugar. Esta es una teoría ampliamente aceptada por muchos, pero si hablamos de sensaciones, de vivencias, estas difícilmente van a ser captadas por equipos electrónicos… ¿No sería lo más acertado usar la mente de determinadas personas para recoger esta información? El por qué es muy sencillo, ya que tratamos con emociones o sentimientos generados por una mente, por una persona, así la detección mediante otra persona me parece lo más apropiado.

El problema mayor es verificar la realidad de un sensitivo, el observar, analizar y comprobar la información que esta persona nos da, pues en realidad no hay tantas personas con estas facultades “despiertas” en muchos casos son imaginadas y por ello un correcto análisis es de vital importancia.

La telepatía, por ejemplo, opera de una mente a otra, no hacía un aparato electrónico, aun cuando hay muchos que llegan incluso a afirmar que la psicofonía procede de nuestra mente y esta es la que se encarga de plasmarla en la tarjeta o en la cinta magnética. Sin embargo, y por mucho que a algunos guste esta teoría, la realidad es que tanto la actividad eléctrica como magnética de nuestro cerebro hasta ahora conocida no es suficiente para interceder en el equipo electrónico, y aun más se complica el tema cuando estos mensajes son coherentes, palabras definidas; así todo el mecanismo que nuestro cerebro debería poner en marcha para lograr estas grabaciones resulta arduo complicado, y más teniendo en cuenta que diferentes equipos son influenciables de muy diferente manera. Por citar un ejemplo, los ya en desuso magnetófonos de bobina abierta eran y son bastante propensos a captar interferencias magnéticas, sin embargo, las grabadoras digitales de tarjeta usadas hoy en día lo son muchísimo menos, nuestro cerebro debería conocer como funciona cada equipo, sus vulnerabilidades e incidir sobre ellas.

Nuestro cuerpo y nuestra mente son potentes receptores de señales que aun desconocemos cual es su esencia y su formación, pero que existen, el mayor problema radica en la mente consciente que pone barrera a estas percepciones, teniendo como base para esta discriminación la realidad física y conocida, así como nuestras creencias,  nuestra especial percepción de lo que entendemos como “real”.

Los efectos prácticos de dos sensitivas reales que conozco no se han hecho esperar. En las investigaciones y experimentaciones que he tenido la oportunidad de llevar a cabo acompañado por estas psíquicas he tenido la oportunidad de verificar que inciden, que conectan con otra supuesta realidad y que llegan a darse fenómenos físicos, para los cuales no siempre hay una aparato de registro cerca, pero no por ello dejan de ser reales.

En estos más de veinte años en la brecha del misterio, estos dos últimos han sido especialmente, podría decir, emocionantes, al incorporar sensitivas en la investigación. Estas personas llegan a percibir, a ver en imágenes creadas en su mente vivencias supuestamente acontecidas, muchas de estas percepciones son de muy difícil comprobación, es cierto, pero cuando el fenómeno aparece como físico adquiere un matiz muy especial, y si el fenómeno es físico significa que ocupa un espacio y que de alguna manera puede ser mesurado.

Casuística

Durante una investigación en Cheste, un abandonado hospital psiquiátrico en donde anidan numerosas leyendas trágicas, una sensitiva dice conectar con lo que allí habita. Las primeras percepciones, lo que dice visionar, puede ser calificado como subjetivo o fruto de la recurrida sugestión o incluso de patrones clásicos, de vivencias que se suponen hayan sucedido, sin embargo, en un momento dado exclama: ¡Vienen!

Yo me desconcierto y a la vez presto atención, unos sonidos estridentes como metálicos parecen acercarse, ante nosotros nadie, tan solo un vetusto muro.

Aparatología y psique pueden ser una combinación acertada en la investigación paranormal

«Estoy convencido de que nuestra mente es capaz de conectar con otras realidades» Fran Recio

Durante un trabajo de campo en un abandonado club, una sensitiva alerta de presencias. Dice observar luces brillantes que deambulan por el interior, nuestra mente desde luego es capaz de imaginar y de ver algo que no se esté dando en el plano físico, pero en un momento dado y en un pasillo alargado llego a verla, corro hacía ella con el fin de fotografiarla, pero no se deja o no llego a tiempo.

Parce que estas personas también inciden en los resultados psicofónicos. No podría afirmar en cantidad, pero sí en lo más importante para mí en su calidad, en el tono y timbre, registros que no se duda de que son voces con una amplitud extraordinaria y con un tono y timbre que no pasa desapercibido ni para el más escéptico.

«Sensitiva durante una conexión«

Durante una experiencia de conexión con supuestas entidades para recoger información de un determinado lugar, y durante el barrido fotográfico de la experiencia, en una instantánea aparece una esfera oscura (no orbe de polvo) y justo es observada por la mirada de la sensitiva.

En otra experiencia de conexión, esta vez registrada con grabación de vídeo con infrarrojos, la sensitiva alerta de energías inteligentes en movimiento. Esferas blanquecinas son captadas como “bailando” alrededor de la sensitiva.

En no pocas ocasiones, y ante las indicaciones de las sensitivas en donde aseguran se manifiesta “algo”, he podido constatar importantes variaciones de temperatura, no de uno o dos grados que perfectamente pueden ser atribuidas al error del equipo de medición, si no de varios grados, y este fenómeno de cambio de la temperatura ser captado por el propio cuerpo.

Las dos sensitivas con las que hasta ahora he tenido la oportunidad de trabajar han coincidido, sin conocerse, aseguran observar, de ver, dos tipos diferentes de digamos “entidades”: Unas más blanquecinas y transparentes y otras más opacas u oscuras, lo cual no significa que unas sean “malas” y otras “buenas”, pero de la misma manera que dicen observarlas se aprecian en las fotografías.

«Han sido tantas las experiencias y sensaciones cuando he investigado con sensitivas, que he de aceptar su realidad» «No se puede negar una realidad, simplemente por que no nos guste«

Han sido tantas las experiencias vividas y sentidas con la ayuda de estas dos sensitivas que no puedo negar una realidad. En ocasiones se niega lo que se desconoce, y el movernos en el campo del misterio y de la parapsicología, en donde lo que vende es el morbo y el miedo no ayuda en absoluto, las historias inventadas y falsas están a la orden del día y hacen que las verdaderas experiencias queden renegadas a un segundo plano e, incluso, a ser tildadas de falsas, y contra esto es muy difícil luchar. A mí manera de ver, lo mejor es contar las cosas tal y como suceden, sean creídas o no por muchos, pero con que tan solo sean tenidas en cuenta por una persona, con que a una ayude o pueda identificarse con unas vivencias y de esta manera ver que otras personas sienten o tienen experiencias similares.

La introducción científica a este tema era imprescindible, pues en ella se refleja el interés por muchas personas de ciencia, la mayoría no vinculadas a la parapsicología por los temas que se nos escapan de la mente.

No son pocos los que aseguran que la parapsicología no ha avanzado, que nos encontramos dándole vueltas a las mismas preguntas de antaño, pero las respuestas nos vendrán de la mano de la ciencia. Nosotros debemos incidir en hacer las preguntas adecuadas, el resto vendrá dado con el tiempo, y estoy convencido que la física cuántica nos depara sorpresas. Personalmente me quedo con la siguiente frase que nos dice mucho si la analizamos con detenimiento: “Con la simple observación, influimos en el resultado”.