La radiestesia y la pendulogía han sido prácticas frecuentes desde antaño. La radiestesia se usaba -y se usa- para la búsqueda de aguas subterráneas y, aunque parezca increible, es una práctica que se lleva a cabo desde hace al menos 4500 años
Nota aclaratoria: El presente artículo fue escrito el día 29 de abril de 2016 por Anabel Reyes.
Al que realiza estas prácticas se le llama zahorí y se sirve de péndulos y horquillas de distintos materiales para la adivinación, búsqueda de personas, objetos, pronóstico de enfermedades y búsqueda de recursos, como por ejemplo pozos subterráneos. Nunca se ha demostrado científicamente que la radiestesia funcione, pero aún hoy cuenta con muchos adeptos.
Historia
El zahorismo, tal y como se practica hoy en día, parece haberse originado en Alemania durante el siglo XV para encontrar metales. Ya en 1518, Martín Lutero lo consideraba una violación del primer mandamiento al considerarlo un acto de brujería en su obra Decem Praecepta. En la edición de 1550 de la Cosmographia, de Sebastian Münster, aparece el grabado de un zahorí con una varilla en Y en unas extracciones mineras. En 1556, Georgius Agricola realiza una detallada descripción del zahorismo para la búsqueda de metales.
Grabado de finales del siglo XVII que muestra un zahorí con vara en forma de Y
En 1662, el jesuita Gaspar Schott afirmó que la práctica era una superstición, incluso satánica, aunque posteriormente diría que no estaba seguro de que el diablo fuera siempre el que movía la varita.
El uso de varas o ramas para la localización ha sido un elemento popular de las creencias populares de principios del siglo XIX en Nueva Inglaterra. Los primeros líderes mormones, religión surgida en aquella época, participaron de esas creencias. Así, Oliver Cowdery, escriba del Libro de Mormón y uno de los doce apóstoles de la Iglesia Mormona, usó una varilla para practicar la adivinación.
Antes de llamarse radiestesia fue conocida como rabdomancia, y se usaba para detectar la existencia de vibraciones energéticas en el mundo exterior y debajo de la superficie terrestre. A quienes la practicaban se les llamaba rabdomantes o zahoríes, famosos por encontrar los sitios favorables para excavar pozos.
Desde la antigüedad, a la rabdomancia se le ha dado diferentes utilidades dependiendo de la cultura y de las circunstancias del momento, por ejemplo, los romanos la utilizaban para buscar aguas termales. En el Valle de los Reyes se han encontrado varillas y péndulos. En China se han hallado grabados que muestran al Emperador Yu, de la Dinastía Hsia, que gobernó entre 2205 y 2197 A.C. manejando varillas de dos ramas. En Babilonia, Etruria, Imperio Romano y en la Europa medieval existen documentos que evidencian el uso de la radiestesia para la búsqueda de oro, agua y como arte adivinatoria.
El péndulo y las varillas estuvieron compitiendo hasta el año 1890 como instrumentos para la detección de radiaciones, pero, a partir de ese año, y como resultado de la experimentación con numerosos pacientes, el rector de la Universidad de Saltzburgo instituyó oficialmente el uso del péndulo como instrumento de diagnóstico médico. Desde entonces, se redujo el empleo de las varillas.
En 1933 la Academia de Medicina de París organizó en Avignon un congreso al que se invitaron a todos los profesionales que venían investigando y trabajando con la rabdomancia, su finalidad era que cada cual aportara información que permitiera al mundo científico usar una herramienta certera para la aplicación de la rabdomancia. En aquel congreso se expuso que toda forma de vida, así como cualquier cosa creada por el hombre, contiene vibraciones en correspondencia con una gama de colores, sonidos y un amplio espectro electromagnético, por lo que la vibración es una expresión de la vida en sus diferentes niveles y grados de densidad. Fue un ponente, Alexis Bouly, quien propuso ante los congresistas cambiar el nombre de rabdomancia por radiestesia, y este fue aprobado por unanimidad. Alexis Bouly fundó la Sociedad de Amigos de la Radiestesia.
¿En qué se basa?
Nuestro organismo es un receptor que capta las radiaciones emitidas por otros cuerpos y por las diversas formas de energía, tanto sensoriales como ultrasensoriales o astrales, gracias a lo cual se producen fenómenos como la telepatía, premoniciones, etc… Los científicos ponen en duda la existencia de estas energías porque no han podido experimentar con ellas en el laboratorio, de ahí que afirmen que la radiestesia se trate de una pseudociencia. Sin embargo, los yoguis vienen experimentando con las energías ultrasensoriales desde la noche de los tiempos.
Los radiestesistas, también llamados zahories, se basan en que los humanos podemos sentir un tipo de energía eléctrica y magnética que es invisible para los ojos y que manipulan de manera subconsciente las varillas o los péndulos para reflejar esta información (a esto se le llama el efecto ideomotor). Podríamos definir la palabra radiestesista como “sensitivo a las radiaciones”, y para eso es, en esencia, para lo que sirve la radiestesia: para detectar las distintas energías y radiaciones que emiten lugares, personas y, a veces, objetos. El zahorí o radiestesista no “huele” el agua subterránea, simplemente detecta que, en la vertical de la misma, hay un cambio importante de la radiación emitida. Es decir, la vibración del campo energético emitido por la Tierra es más bajo en ese lugar, y esto es lo que detecta.
Las varillas
Las varillas pueden ser de madera o metal y en forma de “Y” ó “L” -aunque hay más modelos- y los péndulos pueden ser de cuarzo, madera, metales diversos, esféricos, con punta, etc… En sus orígenes, las varillas de radiestesia estaban realizadas con madera de avellano, pero en la actualidad es más frecuente encontrarlas de distintos metales que sean buenos conductores de la energía.
Varillas en forma de L
Varillas en forma de Y
Las varillas de radiestesia no tienen que tener una medida específica y pueden o no incluir mangos dependiendo de la habilidad del zahorí. Las varillas L suelen hacerse de cobre o latón, y tienen mangos de cobre o plástico en sus extremos más cortos: esto facilita que la varilla gire con libertad.
El péndulo
El péndulo es un objeto que cuelga de una cuerda o cadena. En radiestesia se utilizan los péndulos para amplificar la vibración que genera el impulso nervioso proveniente del operador, que hace una pregunta y recibe una respuesta de su subconsciente. El péndulo reconoce también las vibraciones que emite el objeto a estudiar, que al igual que con las varillas, puede ser un lugar, una persona, un objeto…
En la actualidad nos encontramos con un gran numero de péndulos que varían desde el mas simple hasta el mas sofisticado y de diferentes materiales, entre los cuales podemos encontrar péndulos de piedras preciosas, de madera, de metal e incluso con recipiente interior para alojar testigos (muestras de lo que se busca), y dependiendo del uso que vayamos a darle al péndulo, podemos escoger un modelo u otro.
Métodos de búsqueda
En radiestesia se utilizan dos métodos para encontrar recursos, objetos o personas perdidas:
En todo caso, se deben tener claras las cuestiones y la dirección hacia donde debe ir el péndulo para responder (por ejemplo, izquierda si y derecha no) y se debe tener un testigo del objeto. Si el radiestesista no cuenta con un testigo, puede visualizar el objeto.
Es importante, para que la respuesta fluya y se obtenga éxito a la hora de encontrar personas u objetos perdidos, que se esté relajado durante toda la búsqueda del objeto. Esto significa que si el experimentador se encuentra preocupado por el objeto perdido puede cometer errores.
Como encontrar objetos y personas perdidas a través de mapas
La otra forma de buscar objetos o personas perdidas es mediante el uso de mapas y planos donde puede estar extraviado, donde se dividirá en cuadrantes. Luego, al detenerse en cada cuadrante se pregunta «¿El objeto o persona perdida se encuentra aquí en este cuadrante?«
Es recomendable usar un testigo para la búsqueda de personas -un objeto muy personal de esta-: puede ser una foto, un mechón de pelo, una bufanda… Para la búsqueda de personas se suele utilizar un péndulo con un hueco para meter un trozo del objeto de esa persona.
Todos poseemos, en mayor o menor grado, la habilidad necesaria para practicar la radiestesia, y para desarrollarla adecuadamente es necesario dedicar el tiempo suficiente para su aprendizaje, prestar mucha atención a lo que percibimos y tener voluntad y constancia para practicarla.
© 1999 - 2024 Mundo Parapsicológico. Todos los derechos reservados. Aviso legal. Privacidad. Contacto.