En una remota localidad al norte de Sao Paulo llamada Jaboticabal se dio en diciembre de 1966 un impresionante caso poltergeist olvidado por la literatura paranormal, pero con todos los componentes que hacen un suceso de este tipo legendario: Fenómenos paranormales físicos, aparición de objetos de la nada, presencias fantasmales y una extraña muerte. Un caso que, para los lectores aficionados a estas temáticas, recuerda perfectamente al mítico Caso Vallecas. Hoy desempolvamos de nuestra hemeroteca este interesante caso que llevaba dormido años en nuestros archivos, y también décadas en los medios de comunicación. Les presentamos el Caso Jaboticabal, uno de los pocos casos poltergeist violentos registrados con multitud de testigos

Vista aérea de la ciudad de Jaboticabal

Conocí este caso mediante la TV local de Sao Paulo en uno de mis diferentes viajes a la gran ciudad. Anoté los datos en una suerte de cuaderno de campo que siempre llevaba encima y quedó en el olvido hasta que he decidido darle forma para que nuestros lectores conozcan que, aunque extraños, existen fenómenos paranormales que, de alguna forma, se vuelven contra un testigo en particular llegando a desembocar en la muerte.

El caso, que bautizaremos como Caso Jaboticabal, pequeña localidad donde ocurrieron los hechos, conmocionó a la opinión pública de la época e implicó a importantes personalidades de la en el terreno paranormal, donde cabe destacar el medium Chico Xavier, que investigó, a su forma, el caso pormenorizadamente.

Al igual que en el Caso Vallecas, el origen popular del fenómeno es una presencia violenta que se centra en la chica, protagonista del caso, de 11 años de edad.

Los fenómenos comenzaron de un día para otro, cuando diferentes piedras comenzaron a materializarse golpeando los tejados y fachada de la casa y, a veces, en la de los vecinos. Curiosamente, este tipo de fenómeno de materialización de piedras lo encontramos en diferentes casos, algunos en España, como la Casa do Demo, en la pequeña localidad de Anllóns, en Galicia, también considerado un caso diabólico, o el famoso caso poltergeist que afectó a una comunidad de vecinos en el barrio de La Trinidad, en Málaga, donde piedras de grandes dimensiones surgían de la nada para golpear en la corrala de los vecinos.

Pero lo que se convirtió en un fenómeno aterrador pero inofensivo se tornó preocupante y violento cuando las piedras comenzaban a surgir en el interior de la casa golpeando a la familia Ferrier y rompiento adornos y otros objetos de su interior.

Tanto miedo tenía la familia con el paso de los días que pidieron ayuda al párroco local, el cual acudió al hogar y atestiguó «piedras que surgían de la nada, muebles que se movían sin acción humana y golpes en las paredes», es decir, un genuino fenómeno poltergeist, por lo que tomó la decisión, sin resultado alguno, de realizar un ritual de purificación en la casa.

Y es que, una de las características del poltergeist, si nos atenemos a las estadísticas de los casos que se puedan documentar como fiables, si se practica un ritual de purificación en el lugar afectado este puede volverse más virulento -que no violento necesariamente-. Por ello, el número de objetos que impactaban contra la casa subió en cantidad e intensidad, así como los fenómenos físicos como movimientos de muebles o agresiones invisibles.

La hija del matrimonio, María, de 11 años, se volvió el epicentro de las agresiones. Según lo poco registrado que hay del caso, fue golpeada, mordida y herida por algún ente invisible. Quizá lo más impresionante que cuentan las personas cercanas al caso es que durante una de las agresiones aparecieron una decena de agujas clavadas en su piel como de la nada. Otro fenómeno que ocurrió en torno a la niña, era que cierto día, estando comiendo en la escuela con los compañeros, su ropa comenzó, como de la nada, a prender fuego, como si de una suerte de pirogénesis inconsciente se tratara.

Aparece un personaje crucial

Conocedores del calvario que estaba pasando la familia, su entorno contactó con un dentista de la zona, Joâo Volpe, famoso no por ser dentista, sino por ser un destacado miembro de grupos espíritas de la zona. Volpe acudió al hogar familiar y calmó a la familia diciéndoles que no era un espíritu maligno lo que habitaba entre sus cuatro paredes, sino un genuino caso poltergeist que pudiese estar ocasionado por María.

Para Volpe, María era una medium en potencia que contaba con la capacidad de contactar con espíritus, algo que pudo constatar cuando, en una de las entrevistas que mantuvo con ella, le dijo que tenía amigos invisibles que la trataban con bondad, afirmando que incluso podía materializar objetos cuando ella quisiera.

Guiado por esa intuición que caracteriza a todo buen investigador, Volpe pidió a los padres que llevasen a María a su casa unos cuantos días para poder examinarla más detenidamente. Los primeros días de estancia fueron tranquilos y sin ningún tipo de novedad, nada de paranormal ocurría.

Pero, cuando empezó a confiar en que los fenómenos los producía María por algún tipo de conflicto con sus padres, la casa del investigador comenzó a sufrir los mismos fenómenos que sufría la de los padres de María: Piedras que impactaban en las cabezas de los presentas, movimiento de objetos, etc… todo siempre estando María presente.

Entra en escena el medium Chico Xavier

El medium brasileño Chico Xavier (

Una noche sería crucial para que Volpe decidiese pedir ayuda al famoso espírita Chico Xavier. Estando en casa de noche con María, las ropas de esta comenzaron a arder. En su afán de salvarla, resultó gravemente herido.

Fue el límite para trasladar a María a 220 km al norte de su localidad natal. Exáctamente al término municipal de Uberaba, donde se encontraba el centro espírita de Chico Xavier. Allí, el afamado medium afirmó conseguir contactar con la entidad que provocaba los fenómenos en torno a María. Según los testigos, Xavier, durante un trance, incorporó al presunto espíritu el cual dijo a los presentes agredir a la chica y a su entorno porque María, en una vida anterior, era una bruja que causó muchas muertes utilizando la magia negra. Dijo, además, que su misión y la de otros espíritus de su entorno era vengarse de María por los crímenes cometidos.

Tras muchas horas de comunicación, Xavier convenció a los espíritus para que se alejasen de la niña, haciéndoles ver que ella ya no tenía la culpa de hechos ocurridos en el pasado y que escapan de su control. Tras esto, afirmó que podía irse tranquilamente y vivir una vida feliz.

Habían pasado algunos meses desde que comenzó el martirio para la familia Ferrier, meses de angustia y de muchas consultas. Finalmente, cuando parecía que Chico Xavier había apaciguado bastante la situación, María apareció muerta. Al parecer, se suicidó mezclando pesticida en un refresco, decía no ver salida a la situación.

Como es normal en estos casos, tras su muerte, toda actividad paranormal cesó para no volver jamás.

Conclusiones

Poca información documental se conserva de este caso. Y la poca, que es prácticamente testimonial, se conservó gracias a que pasó por la consulta de Chico Xavier, afamado medium brasileño. Por ello, apenas se puede encontrar información en internet. Una referencia podemos encontrarla en la revista Paranormal Underground (Octubre de 2010).

Pero si nos centramos en como se llevó a cabo la investigación del caso, y teniendo muy en cuenta la cultura social de la época con respecto al espiritismo, podemos sacar la conclusión de que, pese a que quizá no se trató con la imparcialidad que requiere (Lo que no quiere decir que se trate de forma escéptica), una vez más nos encontramos con un fenómeno que disminuye cuando el testigo se siente aliviado y oye lo que quiere oír siempre y cuando se tenga tacto y sea adecuado.

Estos datos dan pie a pensar que bien pudiera ser ella la causante de los fenómenos inconscientemente, bien por un canal de la mente abierto debido a un trauma o algún incidente grave con su familia. Un poltergeist que provoca ella y que afecta a su entorno y se auto martiriza, como sintiéndose culpable inconscientemente, de ahí las agresiones hacia ella. Cuando la alivian los fenómenos disminuyen, como en cualquier caso similar, y, cuando por desgracia muere, desaparece completamente, como en el resto.

Este tipo de casos hay que enfocarlos, desde mi punto de vista de divulgador, de una forma aséptica y cuidada, puesto que estamos tratando con testigos con la sensibilidad psicológica a flor de piel. Cuando un fenómeno es inexplicable (Bien por presencias reales, bien por fenómenos paracientíficos de la mente, o por cualquier otra razón que desconocemos, pues, por mucho que el escepticismo se empeñe en negarlo, la realidad es tozuda) no podemos acudir de forma fría a buscar una solución. Eso solo perjudicaría al testigo y a su entorno más cercano.

En este caso, queda demostrado que la religión -o filosofía para otros- espírita colaboró positivamente dando una atenuación a una violencia que estaba tomando carices preocupantes, consiguiendo contenerla. Quien sabe si, habiendo combinado un seguimiento espírita y por otro lado psicológico se hubiese podido resolver el caso sin necesidad de muerte alguna. No obstante, queda en manifiesto que este y otros muchos casos sin relación no solo entre sus testigos, sino diferentes épocas, culturas, etc… tienen muchísimos puntos en común que hay que valorar. Es lo que siempre falla en la investigación de posibles fenómenos paranormales, que se ignora interesadamente la estadística y se centra en dar una respuesta rápida al caso, a veces sin valorar las consecuencias…