The Hum, o“El Zumbido” si lo traducimos al español, es un sonido extraño que se escucha y del cual no sabemos ubicar su procedencia. Un extraño ruido que desconcierta a quien lo oye. Seguramente se ha producido en muchas más ocasiones, pero ha pasado desapercibido por la poca atención que prestamos a nuestro entorno.
No es algo nuevo, pues desde los años 40 hay constancia de este fenómeno. Sin embargo, con la situación de confinamiento “the hum” se ha vuelto a escuchar. Con nuestro ritmo de vida hemos mermado aquellas facultades que van más allá de los cinco sentidos: la intuición o la capacidad de sentir y percibir serían solo algunas que el hombre posee pero que no utiliza.
Este “zumbido” se ha escuchado en numerosas localizaciones en todo el mundo: tenemos reportes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Ecuador o México, pero seguramente no sean los únicos enclaves además de España.
Numerosas personas en nuestro país han sido testigos de este extraño sonido: si accedemos a la red encontraremos numerosos testimonios en audio y vídeo.
Se cree que un 2% de la población es capaz de escuchar este sonido. Aunque esto es tan solo una teoría, pues seguramente de prestar más atención seríamos muchos más los testimonios de este fenómeno.
No existe perfil definido en el testigo. Sabemos que el oído humano escucha en una banda de frecuencias que va entre los 19-20Hz hasta los 19-20Khz. No todas las frecuencias las escuchamos todos igual y además lo interesante de este fenómeno es que ha sido grabado, por lo tanto todos podemos escucharlo de una forma u otra.
Parece que este sonido se escucha más por la noche que durante el día. Sin embargo no he visto estadística formales al respecto y hay registros a todas horas.
En las descripciones y grabaciones lo más usual es un sonido de baja frecuencia. Hemos de tener en cuenta que estamos expuestos y rodeados por doquier a todo tipo de frecuencias y sonidos no audibles.
La Tierra genera muchos de ellos, también el Universo, la localización del testigo y fenómenos naturales pueden llegar a ser la causa, de esta manera se generaría una explicación más plausible.
Hay reportes de The Hum desde los años 40. Es precisamente a finales del 2011 cuando tiene uno de sus grandes apogeos y se intenta relacionar con la supuesta fatídica fecha del año 2012. En dicha fecha vendría el “final de los tiempos” basándose en las supuestas teorías del calendario maya.
Nada más lejos de la realidad. En el calendario maya el verdadero significado de esta fecha era el fin de un ciclo, pero no un final irreversible. No en vano este sonido es conocido como “Las trompetas del apocalipsis”.
Algunos medios e investigadores intentaron buscar explicaciones, primeramente insistiendo en el pequeño porcentaje de personas que eran capaces de escuchar “el Hum”, de ser así… ¿Cómo se explicarían las grabaciones?
Chris Borak, consultor sénior de Ion Acoustics en Bristol, apuntó a la posibilidad de que pudieran ser sonidos convencionales, algún tipo de sonido industrial o de similares características naturales. En 1980 el Ayuntamiento de Bristol investigó este sonido después de recibir más de 100 quejas.
Se ha escuchado el sonido en Aldaia (Valencia), Alicante, Barcelona (y provincia), Tarragona, Málaga y Linares entre otros muchos, en otras tantas localizaciones muy posiblemente se hayan producido sin llegar a registrarse o simplemente sin darle importancia.
Las fechas en que se ha escuchado han sido diversas y espaciadas en el tiempo. Hay reportes en 2011, 2014, 2018 y en 2020. Muchos han intentado relacionar el sonido con la fecha y situación: Antes del 2012 era relacionado con el apocalipsis bíblico.
En el año 2020 se ha relacionado con la pandemia del coronavirus. Querer relacionar este sonido con toques de atención a la humanidad me parece un tanto arriesgado y con poca consistencia.
Se asegura que muchos de los registros “huelen” a montaje.
La procedencia de la industria o sonidos de origen humano casi queda descartada, ya que no se ha podido verificar su procedencia.
Científicos apuntan al origen humano procedente de tecnologías capaces de crear sonidos en baja frecuencia, emisiones electromagnéticas y contaminación mediante infrasonidos. De ser esta la causa, el sonido se escucharía más comúnmente y no tan espaciado en el tiempo.
Experimentos han demostrado que la exposición a radiofrecuencias de más de 30Mhz puede llegar a aumentar la sensibilidad del oído humano.
El Dr. Elchin Khalilov explicó que estos sonidos podían tener su origen en los procesos que se generan en el interior de la Tierra modulando el campo magnético y generando ondas acústicas. Determinadas personas serían capaces de escuchar alguna porción de este sonido.
En 2015 la NASA dio como posible explicación los sonidos de la Tierra y el constante movimiento de la corteza terrestre. Sonidos que el ser humano no puede escuchar, pero sí bajo determinadas circunstancias y zonas.
La ciencia concluye que se trata de un fenómeno inusual,v aleatorio, subjetivo (personalmente no entiendo muy bien esto de subjetivo ya que ha sido registrado en numerosas ocasiones) y difícil de medir.
Cuando algo tiene una difícil explicación la ciencia más conservadora suele apartarlo, incluso negarlo. Pero dado que este sonido es real y ha sido registrado por muchas personas no se puede aplicar esta “regla” salvo con el argumento del montaje y el fraude, cosa que desde luego en este caso no convence.
Sonidos naturales pero sin llegar a una conclusión a “ciencia cierta”.
Una vez todas estas explicaciones no llegan a convencer se buscan otras, la más apuntada: “El Tinitus” ¿Pero, qué es?
Se trataría de un sonido que procede del interior de nuestro cuerpo. ¿Un sonido tan fuerte para poder grabarse, no ser capaces de ubicarlo y que procede del interior de una persona?
Se suele describir el tinitus como un zumbido en los oídos. (¿Algo así como cuando escuchamos un estruendo y al finalizar este escuchamos un pitido? ¿O se trata de algo similar a los acuíferos, un sonido que genera el propio oído por algún tipo de disfunción?).
A este respecto decir que yo mismo padezco de acuífero en un oído y jamás lo he registrado aun siendo locutor de radio y pasando numerosas horas frente a los micrófonos. A esta explicación no añado nada más y cada uno puede reflexionar por sí mismo.
Son explicaciones que no convencen, a mi juicio. Sin embargo hay más aún, como digo, a falta de una explicación convincente aparecen todo tipo de teorías, como asociar estos sonidos y compararlos con los que aparecen en la película “La Guerra de los Mundos”.
Una conclusión o teoría tildada de “descabellada”. Pero lo cierto es que en estos momentos de mayor quietud, de más salir a las terrazas y observar, tiempo de confinamiento y de mayor observación del mundo que nos rodea, aparecen más testimonios, incluso fotografías y vídeos de quienes aseguran haber visto anomalías en los cielos, en forma de esferas luminosas, objetos que describen movimientos imposibles, en definitiva de lo que conocemos con el nombre de “fenómeno OVNI”.
Apuntar que muchos testimonios de quienes aseguran haber visto estos objetos hablan de un precedente silencio y quietud que da paso a un “extraño zumbido”…
Lo cierto es que este fenómeno carece de explicación, tal vez por su aleatoriedad, por no ser rentable o simplemente por falta de interés e incidencia no ha interesado a la ciencia, que se debate por otros derroteros.
Pero el sonido está ahí, no sabes de donde ni el por qué, pero a mi juicio se trata de un fenómeno fascinante y, quizá en un futuro más o menos lejano, sea investigado como se merece. No es mí interés sentar cátedra ante el asunto, mi intención exponer el caso y que sea usted en última instancia en extraer sus propias conclusiones .
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