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Ruta por los sanatorios encantados de Madrid

Muchas son las personas que me han preguntado sobre los sanatorios encantados de Madrid. Siempre piensan en lugares abandonados, en lugares siniestros, oscuros y con muchas muertes tanto a causa de la enfermedad como por los suicidios, y nada más lejos de la realidad…

Como hemos comentado muchas veces en el caso de los sanatorios dedicados a la cura de las enfermedades pulmonares como la tuberculosis, silicosis u otras, estos se encontraban, normalmente, retirados de la población en zonas montañosas lejanas de las poblaciones para hacer bien la cura. La tuberculosis hizo, desgraciadamente, estragos a muchas personas de todo el mundo, y todavía hay países actualmente que sufren de ella y en los países desarrollados ha vuelto a hacer acto de presencia debido a enfermedades como el SIDA y también debido a la emigración, pero ahora existe una cura casi total.

Pero en 1950 la curación era casi imposible y como siempre, debido a los enigmas de la naturaleza unos se curaban y otros se morían irremediablemente de asfixia. Otros, al ver cuantos compañeros morían y que normalmente las familias dejaban abandonado allí al familiar no queriendo sufrir esa muerte, se suicidaban tanto tirándose desde las ventanas como en el caso del Hospital del Tórax de Tarrasa, como por ahorcamiento con sabanas y cortinas.

En esas épocas el miedo a infectarse y la desinformación hacían que esta enfermedad fuera repudiada y muchos de los enfermos se encontraban solos en estos lugares, nunca nadie iba a verles. Esto acrecentaba el índice de suicidios al sentirse solos y desahuciados. En la mayoría de los sanatorios y hospitales la historia o leyenda se repite, pero esto no quiere decir que en el lugar sucedan fenómenos paranormales. A continuación voy a pasar a relatar la leyenda que se escucha en más de uno de estos sanatorios, exáctamente centrada en los antiguos sanatiorios bautizados como El HispanoamericanoEl Santo Ángel y La Tablada, situados en Guadarrama y en Navacerrada, en plena sierra de Madrid.

En los momentos que iba perecer alguien se contaba que aparecía una extraña enfermera con traje antiguo y visitaba al enfermo que a las pocas horas fallecía. Unos dicen que portaba una jeringuilla como en el caso del Tórax, en otras, un extraño médico. Siempre una historia similar. En los hospitales que tenemos en Madrid también se escuchan este tipo de historias, historias curiosas como una monja paseándose por los pasillos del Hispanoamericano o extrañas sombras oscuras que se ven en la Barranca según testimonios de campistas y gente que lo ha visitado. En el momento que aparecieron los fármacos para terminar casi radicalmente en los países desarrollados con la enfermedad pulmonar este tipo de sanatorios quedaron abandonados poco a poco y en ellos campistas, gente de la montaña y otros viandantes comenzaron a contar una serie de sucesos que acontecieron en estos. A primera vista la fenomenología de los mismos es totalmente paranormal…

Entre las historias de hospitales uno de los mas famosos era el Sanatorio de Walpurgis, un sanatorio de la Sierra de Madrid en el que muchos campistas y montañeros han vivido fenómenos extraños, muchos teniendo que abandonar el buen lugar encontrado para pasar la noche. Muchos cuentan que han visto sombras, sonidos, parejas que entraban a tener momentos de intimidad tener que salir corriendo, ruidos, golpes alrededor, algunos siendo en ocasiones hasta tocados, agredidos, empujados… En realidad este hospital se hizo famoso y le pusieron cariñosamente este nombre los campistas, ya que allí se rodó la película La noche de Walpurgis con el celebre actor Paul Naschy.

Pero siendo un sanatorio tan antiguo, actualmente derribado, no es raro que lo que contaban los testigos de esos fenómenos que sucedieron a su lado fuera verdad, pues en estos lugares son muchas las personas que afirman que suceden cosas tanto cuando funcionaban como cuando son abandonados, notándose en estos mucho más cuando son abandonados. Hay ciertos golpes que sientes a tu lado, cambios de temperatura, extrañas brisas y grabaciones psicofónicas registradas en distintas grabadoras, pequeños campos de electricidad estática en movimiento, detectores de movimiento con infrarrojos que saltan solos sin haber nadie y muchas otras cosas a las cuales no encontramos explicación.

Hospital Hispanoamericano

El Hospital Hispanoamericano es uno de aquellos lugares donde el misterio, la leyenda y los posibles fenómenos paranormales han estado en la boca de vecinos, enfermos y visitantes. Este tipo de hospitales fueron construidos en los años veinte para dedicarlos a enfermedades pulmonares. Por aquellos años la tuberculosis (bacilo de Koch) estaba haciendo verdaderos estragos en todas partes, sin olvidar los enfermos de silicosis, ya que muchos trabajadores de las minas sufrieron esta enfermedad por tragar el polvo del interior de la tierra.

La leyenda empezó a formarse en el hospital a raíz de las continuas muertes por enfermedad y por la cantidad de suicidios que había. Con el paso de los años la enfermedad pudo ser tratada con los distintos medicamentos llamados antimicobacterianos que fueron apareciendo y con los descubrimientos que se fueron haciendo.

A finales de los años setenta este tipo de hospitales se fueron quedando en desuso y el gran coste de conservación de los mismos hizo que muchas de estas moles de ladrillo fueran quedando en abandono.

Las leyendas por los años 80 empezaron a abrir el camino a que muchos tipos de personas se introdujeran entre sus muros y pasaran noches de auténtico terror. Muchos de ellos escucharon gritos en los pasillos, chillidos de niños, apariciones, luces por las plantas, una anciana asomándose por alguna de las ventanas, etc… Esto hizo que las visitas durante años y los destrozos provocados por grupos de impresentables y cabezas cuadradas, deteriorasen aun más el edificio.

La Tablada

En frente de La Tablada se encuentra Casa Tere, un restaurante peculiar en el cual las Señoras que te atienden están atentas a todo forastero con el fin de que este no se vayan a colar en el hospital. Cuando lo visité el responsable del hospital estaba situado por fuera atento a los turistas, con lo cual cogimos el camino que se sitúa en paralelo a las vías del tren. De repente vimos como este señor nos sigue apresuradamente a ver que estamos haciendo cerca de la valla. Nos contó que el edificio pertenece al Ministerio de Sanidad y que era el responsable, amablemente nos pusimos a hablar con el y el hombre nos contó lo siguiente:

El hospital lleva abandonado totalmente desde los principios de su construcción. Se construyó, para el traslado de enfermos de algunos hospitales de tuberculosos, pero debido a que por esos años aparecieron los remedios para la enfermedad como he explicado mas arriba, este hospital se quedo sin abrir sus puertas y ni siquiera se terminaron muchas de sus instalaciones tanto de fontanería como de electricidad. Los actos vandálicos y las visitas de personas debido a la repercusión que tuvo al ser rodada allí escenas de la película Scholl Killer han hecho que el hospital tenga ahora la mayoría de los cristales rotos y un aspecto lamentable.

Hospital del Santo Ángel

Nos centramos en un lugar en el que la mayoría de las personas que lo han visitado han tenido sensaciones extrañas, luces en la inmensidad de las plantas como linternas paseándose -que muchos pensarán es algún reflejo vuestro con cualquier cristal, pero esto es muy difícil, porque no le quedan cristales-, ruidos de pisadas en las plantas superiores, en muchas de las ocasiones puertas abriéndose y cerrándose fuertemente, ventanas, y no encontrarte con nadie -conociendo perfectamente el ruido de personas se oiría el murmullo continuo, el caminar por las escaleras…-, ruido de canicas rodando, pasos… No viendo a nadie en toda la noche y estando completamente solos.

Grabaciones donde piden ayuda, gente que murmulla, insultos, gruñidos, respiraciones… Voces electrónicas, agudas, graves… En definitiva, un montón de sucesos y fenómenos que hacen que estos lugares sean parques temáticos para hacer experimentos, eso si, sin mucha rigurosidad, ya que a no ser que uses sistemas de circuito cerrado, hagas un buen perímetro y te asegures plenamente de que estás solo las pruebas en la mayoría de las ocasiones pueden ser de dudosa credibilidad.

¿Qué se suele obtener en un lugar como estos?

Las fotografías rara vez dejan una evidencia paranormal, en ocasiones paraedolias, en otras pueden ser esas orbes -en tal caso en un 99´9% de las ocasiones resultan ser fallos de la cámara-, alguna sombra con explicación a veces racional u otras no… Pero gracias a los ordenadores podemos tener todo bajo control y también analizar las evidencias rápidamente, y por ello los ordenadores portatiles con todo tipo de herramientas nos suelen acompañar a este tipo de experimentaciones.

En una ocasión, en un sanatorio de la provincia de Zaragoza, el famoso Sanatorio de Agramonte, pude ver una luz azul paseándose por el interior de uno de los edificios. Alertando convenientemente a mis compañeros de ello, fuimos a realizar una observación con un monocular de visión nocturna por toda la zona si esta luz hubiese sido observada o cualquier luz encendida. He de aclarar que el aparato de visión nocturna con infrarrojos lo que hace es absorber la luz y todo lo que brille es captado de una forma instantánea. Allí objetivamente no se encontraba nadie, por lo que ya estuve parte de la noche un poco intranquilo debido a que a mi me había parecido totalmente la luz de un frontal. Hicimos varias inspecciones antes de quedarnos en la capilla a dormir, donde obtuvimos muchas grabaciones psicofónica con portadora o sin ella.

Usando detectores de movimiento con prismáticos para poder ver a los otros edificios desde lejos confirmamos que no había nadie en los alrededores, además, el camino hasta el sanatorio de Agramonte es complicado ya que es un lugar totalmente solitario, no pasan apenas coches. Si pasa un coche se escucha perfectamente. Allí no había ningún coche parado ni nada que pudiese hacer pensar que hubiese gente. Pero aun sabiendo que las leyendas de ese lugar son falsas -investigadas por mis buenos amigos Charo Lozano y Joseba Orraca del Grupo UFO-, yo si vi esa luz, algo que me hizo, en algún momento de la noche, pasar miedo.

¿Qué se quedara vagando en estos espectrales edificios?, ¿Qué tipo de sombras son las que se ven? ¿Son las almas de los difuntos u otro tipo de energías elementales o son meras supercherías e imaginaciones de la gente? Yo creo que, todo en conjunto, hace que estos lugares sean especiales.

 

Publicado por el día 09/03/2017

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