En este primer artículo que escribo para Mundo Parapsicológico os contaré lo que me pasó en el Cerro de los Ángeles. Es un complejo religioso en cuya cima, a 666 metros de altura, se yergue un monumento dedicado al Sagrado Corazón, inaugurado por Franco en la década de los sesenta del pasado siglo sobre las ruinas del monumento primitivo que inauguró el rey Alfonso XIII en 1919 y los milicianos republicanos dinamitaron en la Guerra Civil

Nota aclaratoria: El presente artículo fue escrito el día 10 de septiembre del año 2014 por Enmanuelle Lainez.

Rebautizado por los milicianos como Cerro Rojo, fue ocupado fugazmente durante la batalla de Madrid por brigadistas internacionales y milicianos. Pero un contraataque de los moros de Franco los aniquiló causando más de doscientos muertos. Terminada la contienda, Franco concedió al montón de escombros el título de ‘Mutilado por la Patria’ y dispuso la construcción de un nuevo monumento, réplica del anterior, al otro lado de la explanada. En el seminario que allí está perecieron varios estudiantes fusilados por las milicias. Estos seminaristas fueron considerados como mártires de la Cruzada por la Iglesia de Franco.

Pues bien,  cuando fui estaba muy interesado, puesto que la historia me encanta. Fui con varios amigos, y uno de ellos, que vive en Getafe, me lo iba a explicar todo. Primero estuvimos dando una vuelta por la explanada y luego fuimos a ver la iglesia. Pero, al acercarme a la puerta, sentí miedo, dolor, pánico, ganas de salir corriendo… No podía moverme. Tuvieron que venir dos amigos y cogerme de los brazos para no caerme al suelo. Y, ayudado por ellos, conseguí entrar en la iglesia. Hay que bajar unas escaleras para acceder al templo. Enseguida comprendí por qué me había puesto así. Al lado de las escaleras, y debajo de la entrada, están enterrados en nichos los mártires que fueron fusilados. Sentí toda su pena, dolor y rabia. En cuanto me alejé de los nichos pude volver a respirar.

Después de un rato, mi amigo me dijo que en un lateral había dos bunkers de la guerra civil. Por supuesto fuimos a verlos. Creo recordar que están cerca de un merendero. Pues bien, bajamos un poco y vimos uno. En cuanto me asomé, juro que lo que allí vi me dejó traumatizado. Vi tres cuerpos de soldados completamente destrozados, como si les hubieran tirado una granada dentro del bunker. Este tipo de visiones creo que las llaman impregnaciones. Bueno, pues salimos de allí e íbamos a buscar el otro bunker. Mi amigo no sabía muy bien donde estaba, puesto que está un poco más escondido que el anterior. Yo iba el tercero mirando, cuando al intentar avanzar algo me empujó. No conseguí ver quién era, pero las cuatro veces que intenté andar en esa dirección me empujaron en todas. Así que tuve que resignarme y quedarme sin ver el bunker.

Aparte de eso, en ese lado del cerro hay una considerable arboleda de pinos. Pues cuando subíamos, casi ya en la explanada, me volví y vi muchos soldados, unos  corriendo y otros caían muertos con sus fusiles en dirección al cerro. Por la secuencia que vi,  supongo que sería el asalto y los que caían muertos por los disparos desde los bunkers.

Me fui de allí muy cansado y con muy mal cuerpo, puesto que este tipo de situaciones me consume mucha energía. Pero fue muy interesante desde luego. Os recomiendo que vayáis puesto que, aparte del sentido religioso que pueda tener, es una parte de nuestra historia.