Si en el mundo del espiritismo hay un método que no deja indiferente a nadie ese es el de la, temida por unos y alabada por otros, tabla Ouija. En primer lugar, decir que la tabla Ouija es un peligro, pero no un peligro proveniente del más allá como pueda parecer, sino de la madurez mental de la persona que la realice y, en consecuencia, de como sepa encajar las respuestas que esta ofrece
Un poco de historia
La tabla Ouija es un método de contactismo espirita nacido oficialmente el 28 de mayo de 1890 en virtud de la patente registrada a nombre de Elijah Jefferson Bond como inventor y como titulares William H. A. Maupin y Charles W. Kennard.
No obstante, ellos tan solo la patentaron para su uso comercial, pues diferentes métodos similares ya eran practicados en Europa y Norteamérica algún tiempo atrás, viendo, posiblemente, el filón monetario que podrían explotar.
Lo cierto es que el sr. Kennard comenzó a comercializarla a gran escala envolviendo su producto con diferentes leyendas falsas para aumentar el impacto en el posible cliente. Por ejemplo, inventó que un sistema similar era usado en el antiguo Egipto (Una afirmación cuanto menos atrevida, sin fundamento y que, desgraciadamente, hoy es repetida por grandes y pequeños divulgadores de lo paranormal).
Al igual que la mentira de su creador, su invento, funcione o no, sigue en boca de todo el mundo que se acerca a este mundo del misterio y es ampliamente utilizado por millones de personas que, diaria u ocasionalmente consultan con diferentes fines. Se diría que, no podría existir el actual mundo del misterio sin la Ouija y la Ouija sin el actual mundo del misterio.
¿Se contacta realmente con otro plano?
Así lo afirman, sobre todo, los partidarios cercanos a las filosofías espiritas de la parapsicología, pues sostienen que, por alguna razón, la tabla, en colaboración con nuestra mente en el momento de realizar una sesión, abre una puerta hacia otros mundos que posibilitan el contacto mediante el movimiento del máster.
Por otro lado, la vertiente escéptica y más cientifista de la parapsicología sostiene la teoría de que los propios participantes son los que, movimientos inconscientes mediante, mueven el máster formando los mensajes.
La respuesta escéptica no es ninguna tontería: Normalmente y según he podido observar y constatar, cuando una persona hace de moderador en una sesión, la tabla va a responder en una gran mayoría de las veces lo que este, para sus adentros, piensa como posible respuesta. El enigma que se plantea es ¿Como el resto del grupo es capaz de, por así decirlo, coordinarse para que el máster vaya donde quiere el moderador? Esta afirmación se puede comprobar en cualquier sesión si desean cotejarla.
Algunos investigadores sostienen que la Ouija se hace posible gracias a los pensamientos del colectivo de participantes y, además, de los movimientos inconscientes, de alguna forma coordinados, de los dedos que dirigen el máster hacia las letras -teoría extraída del experimento Bayou-. Personalmente, veo algo complicada esta teoría, pero no quito que sea interesante de divulgar y por ello aquí la reflejo.
Como inciso, la teoría de los movimientos musculares inconscientes es tan sólida como la que intentan esgrimir algunos negacionistas para explicar el controvertido fenómeno de las psicofonías, argumentando que es el experimentador quien las produce en una suerte de ventriloquia inconsciente. A mi, personalmente, me produce cierta sorna dicha afirmación y refleja el nivel de algunas personas que, sin haber asistido a ninguna sesión de grabación o haberlo intentado con paciencia, se atreven a opinar.
Teóricos españoles, como Paco Azorín, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas y profesor jubilado de ciencias químicas sostienen que realmente algo interactua con los participantes. El propio Paco, con muchas décadas de experimentos, ha llegado a la conclusión sin tapujos de que no solo espíritus desencarnados podrían contactar mediante la tabla, sino también seres extraterrestres, entre otros. Paco fue el ideólogo de un método interesante relacionado con la Ouija y que, según sus experiencias, dieron resultados más que curiosos. Se trataba de una tabla Ouija con un cuerpo humano dibujado en la cual la supuesta entidad, y ante la pregunta del moderador sobre algún problema de salud, señalaba el punto exacto con el máster donde se encontraba la dolencia.
Por desgracia, un método difícil de corroborar. No obstante, en honor a la verdad, considero, conociendo a Paco personalmente, el único investigador constante durante décadas, de forma aséptica, del fenómeno de la Ouija, lo que le convierte, cuanto menos, en una persona creíble no dada a fantasías.
Paco Azorín sosteniendo su libro: La Ouija, técnicas e investigación
¿Cual es la teoría correcta? Sobre la Ouija hay mucho escrito, pero nada de literatura seria sobre ello. Todo lo escrito, tanto la vertiente espiritual como la escéptica se sostiene en teorías basadas en la observación.
Un enigma con leyenda negra
La tabla Ouija es un enigma en sí, es de las pocas metodologías de contacto espirita que ha desencadenado casos graves de poltergeist e incluso, tras su uso, se han llegado a producir muertes entre quienes participaban en alguna sesión. No hablamos de muertes por suicidio debido a una mala respuesta que no ha sabido encajar el participante, hablamos de muertes repentinas y sin razón aparente, como en el famoso caso de la adolescente madrileña Estefanía Gutierrez Lázaro, fallecida tiempo después de participar en una sesión en el instituto. Su muerte desencadenó una serie de supuestos fenómenos paranormales, algunos reflejados en informes policiales que hacen de este caso un enigma sin resolver, pues los fenómenos, tal como vinieron, desaparecieron.
Sea como fuere, la tabla Ouija siempre ha estado rodeada de leyenda negra: ¿Quien no ha escuchado la famosa leyenda de las chicas que hacían una Ouija y unas tijeras, como por arte de magia, volaron y se clavaron en una de ellas ocasionándola la muerte? ¿O aquella del grupo de amigos que la hicieron y posteriormente fueron muriendo en extrañas circunstancias? Sin duda, nubarrones que hacen de ella un instrumento atrayente hacia el profano y que no sería peligroso si realmente fuese realizada por personas maduras.
¿Como se hace la Ouija?
El mecanismo de funcionamiento de la Ouija es tan simple que cualquiera puede hacerlo -de ahí su peligro-: Basta de dos a cuatro personas -más son multitud- y, entre ellos, una persona con cierta experiencia que dirija la sesión.
Colocada la tabla, usamos un objeto como mecanismo para guiar los dedos hacia las letras -el famoso máster-, que puede ser desde un vaso a una moneda, pues su importancia radica en dos cosas bien diferenciadas: Que sea cómoda para apoyar los dedos de todos los participantes y que deslice cómodamente.
Así, para comenzar la sesión no hace falta ninguna introducción o entradilla como muchos moderadores, generalmente muy espirituales, hacen. Basta simplemente con hacer la sencilla pregunta: «¿Hay alguien aquí?» o, como mucho, llamar a la presencia de la entidad con la cual deseemos contactar.
A partir de ese momento, lo que resulte de esa supuesta comunicación depende, como he dicho, de las personas que participen y su estado o madurez psicológica. Lo que yo desde luego aconsejo, basada mi experiencia como observador en cientos, y no exagero, de sesiones en las que he participado con todo tipo de personas es, sobre todo, mantener un sano escepticismo en cuanto al asunto.
Un enigma nuevo: Las Ouijafonías
Curiosamente, la Ouija se ha adaptado al medio hasta hacerse necesaria en algunos ámbitos de la experimentación con la transcomunicación instrumental. Hay experimentadores que, mientras hacen una sesión de Ouija colocan la grabadora de sonidos cerca y, según ellos, obtienen un interesante repunte en los resultados psicofónicos, tanto en cantidad como en calidad.
Lo cierto es que yo he podido escuchar algunas grabaciones, efectuadas por personas de mi entera confianza, de sesiones Ouija donde voces se manifestaban durante 50 largos minutos de forma intermitente. Los negacionistas dirían alegremente que era el ruido de la fricción del vaso contra la tabla o voces cercanas ajenas a la sesión, pero un escéptico como yo, que tiene la duda sana, alza su curiosidad y se da cuenta de que, por alguna extraña coincidencia -muchas-, las voces, ricas en calidad, contestan en un alto índice las preguntas de los participantes. Si algún día quiere el propietario del CD, este saldrá a la luz.
Un arma de doble filo
Como bien hemos comentado de soslayo en el artículo, el mayor peligro que una Ouija puede presentar es dar respuestas punzantes a gente poco madura o excesivamente crédula.
Yo, como observador, he participado en muchísimas sesiones y he recibido muchísimas respuestas tipo «vas a morir pronto«. Evidentemente, aquí sigo, pero una persona con suficiente grado de sugestibilidad puede llegar a consumar, fácilmente, un suicidio.
Lo menos que puede pasar es provocar interesantes -y digo interesantes desde el punto de vista psicológico- situaciones de sugestión o alucinación colectiva, auténticos casos de estudio como los que se dan, cada cierto tiempo, en centros educativos de la zona centro y sur de américa -zonas bastante abiertas a este tipo de creencias- y que cada cierto tiempo saltan a los periódicos.
Películas como Ouija (2004 / 2014) muestran situaciones y fenómenos a consecuencia de esta práctica que, evidentemente, forman parte de la ficción y que, ni se han dado, ni se darán en la vida real.
Asimismo, casos como el protagonizado por Estefanía Gutierrez Lázaro es tan sumamente extraño que sería una temeridad y una falta de rigurosidad absoluta relacionarlo con la práctica de la Ouija, pues, aparte de que no hay pruebas que relacionen ambos sucesos debido al tiempo que transcurrieron entre si, no representa una muestra cuantitativa, ni este ni otros pocos casos más, suficiente como para afirmar que la Ouija en si ha «asesinado» a alguno de sus participantes.
Conclusiones
Personalmente, no considero que la Ouija sea peligrosa para una persona con suficiente madurez como para afrontar todo tipo de respuestas y afrontarlas con objetividad. Lo único que considero un verdadero enigma dentro de esta forma de comunicación, según los espíritas, con el más allá y, en virtud de mis horas de observación es: ¿Como se generan las respuestas? Mi teoría, expuesta más arriba es que, de alguna forma, las genera el moderador de la sesión, pero… ¿Cómo se explica la coordinación del resto para «adivinar» lo que este piensa? Creo que, en ese punto, se concentra el núcleo del enigma y creo, asimismo, que los investigadores deben de incidir en ese aspecto como uno de los claves para encontrar, quizá, una respuesta satisfactoria al fenómeno.
© 1999 - 2024 Mundo Parapsicológico. Todos los derechos reservados. Aviso legal. Privacidad. Contacto.