BROMAS DE LA NATURALEZA. EL QUE AMARRA
-posiblemente- SEA ÉL, el amarrado.
Hay muchos negocios con: «ciertas magías fraudulentas». No obstante – no quisiera
entrar en otros términos, pues en ÉPOCA LA magía – tenía sus efectos.
Adentrarme más allá -al respecto- del tiempo del h o y no quisiera. Por un lado, porque
no lo entenderías. Y por el otro lado, no es
de mi incumbencia.
(NO es aconsejable intentar
amarrar a alguien)