Esta tarde recibimos en la redacción de Mundo Parapsicológico la triste noticia del fallecimiento de una de nuestras colaboradoras más antiguas. Hablamos de Minerva Casales Labrador, toda un referente en Europa en temas de Exploración Urbana y con la cual he tenido el placer de compartir más de 10 años de amistad, confidencias y lugares para visitar

Y así era Minerva, una chica que vivía al día su vida y que se fue como muchas veces venía: sin avisar.

¡Un maldito cáncer fulminante se la ha llevado! Y varios han sido los mensajes que nos cruzábamos estos últimos días de su vida por whatsapp donde, a pesar del duro tratamiento al que era sometida se mantenía entera y como siempre era, optimista y con ganas de salir adelante.

Otro cáncer se llevaba a nuestro amigo y colaborador José Antonio Plaza en el año 2015, y nuevamente el destino nos repite el mismo golpe con nuestra querida Minerva, o Minervilla, como la llamábamos los amigos, amigos que sin duda jamás la olvidaremos.

Lo más interesante desde mi punto de vista de nuestra relación con Minerva era que ella misma se aislaba durante largas temporadas y apenas sabíamos nada de ella, y tal y como iba aparecía con su característica personalidad, consolándonos si teníamos algún problema, aportando nuevos lugares, enseñando y mandándonos nuevos trabajos y, en definitiva, creciendo como la excelente exploradora que era.

Y tal y como era ella, se despidió el jueves 3 de mayo sin avisar, sin dejar rastro, ¡como era ella! Lo cierto es que fue auténtica hasta la hora de despedirse de este mundo para ir a explorar más allá del umbral que ahora se la ha permitido acceder y que tanto buscó durante años. ¿Qué tal por allí, Mini?

Y es que la muerte llega sin avisar y a traición, de la forma más dolorosa posible, por lo que somos pocos los que comprendemos que no se debe planificar el futuro a medio o largo plazo, sino vivir cada día de forma que aprendas todas las lecciones posibles y saques todas las vivencias que puedas abarcar, tanto buenas como malas.

Conocía muy bien a mi compañera, y con ella, y si el lector me permite esta licencia, me despediré diciéndola… ¡Muchas gracias por haber pisado esta tierra tiaka!, cuando nos veamos pasame ubicaciones del cielo y yo te prometo guardar el secreto como siempre hice, y como siempre hiciste tú con mis ubicaciones.

Minerva, ¡vete lejos! ¡aprovecha, ahora eres libre! vuela como quisiste siempre hacer, que nosotros ya nos quedamos aquí esperando que llegue nuestro águila a buscarnos, y no dudes que siempre nos acordaremos de ti en cada sitio donde exploremos y, quien sabe, igual te da por aparecer, ¡que no me extrañaría un pelo! y si lo haces… ¡más te vale no asustar con tus bromas macabras!

Hasta que nos veamos querida amiga, no dudo que velarás para que no corramos ningún peligro en nuestras «hazañas» por lugares cada vez más arriesgados.

Asimismo, queremos mandar nuestro fraternal saludo y nuestro más sentido pésame a la familia y amigos de Minerva, que han luchado con ella esta dura batalla de cerca. Deseamos transmitirles desde aquí que estamos a disposición de ellos para cualquier disposición que necesiten. ¡Fuerza!

Y, como no podía ser de otra forma, despido este sentido artículo tras 6 meses de parón publicando una de sus últimas fotografías:

¡Hasta luego tiaka!