Cuando se encara una investigación paranormal no debemos tener en cuenta al principio del proceso la información que nos aporta el testigo. Puede sonar despectivo, pero como podrá ver en el siguiente artículo es el método correcto, puesto que buscar causas explicables ayuda mucho más que seguir su corriente y darle la razón en todo. Deseo rescatar este caso por su significado, tras 14 años durmiendo en un cajón, para poder ofrecer una visión alternativa y muy real de lo que suele ser el 80% de los casos que nos encontramos
El caso nos llegó por recomendación de uno de nuestros colaboradores. Llamaremos a la testigo Laura, una señora común y bastante culta, muy nerviosa y agitada por lo que ella interpreta está ocurriendo en su casa. Acudimos a su domicilio del sur de la ciudad de Madrid quien esto escribe, Juan Miguel Marsella y Francisco Ruiz.
Para ser fiel al testimonio que nos transmitió Laura, rescatamos el informe original donde nos narra en viva voz los siguientes hechos. Ofrecemos a continuación un extracto del informe elaborado por Mundo Parapsicológico el día 9 de septiembre del año 2006:
Persona aparentemente crítica, profesora particular de ingles, traductora simultánea en una comisaría, mente normal según informe médico, persona culta. Algunos de los fenómenos que ha presenciado o sentido son: desaparición de objetos, aportes, de los cuales destacamos un medallón del padre, muerto en 1977 y que apareció hace 3 años, desconociendo ella su existencia, que debido a un fenómeno que debemos de consultar se oscureció la plata dos días después en el cuello de ella (Admitiendo ella ser muy sudorosa) y unas llaves en la nevera (…). Fenómenos poltergeist, destacando el movimiento de una lámpara situada encima de la cama de la testigo que comenzó a girar sobre si misma durante un periodo de un minuto y un enchufe situado detrás del pesado mueble de la televisión que se arrancó solo y fuertemente cuando esta entró en el salón y ante la presencia de su nuera. Posible absorción de energía en MP3, cámara de vídeo (Bajo sospecha de defecto) y la cámara de fotos de Francisco, uno de los compañeros, cuya batería comenzó a oscilar. Los objetos que ella afirma desaparecen son entre otros libros, cintas de vídeo, apuntes del hijo (profesor de secundaria de ingles), posible desaparición de una colcha de cama del maletero del coche del hijo y de utensilios del hogar varios. Durante la investigación el gato presenta síntomas de inquietud, no obstante, el otro no. Desde que los investigadores entraron en casa el gato se mantuvo en alerta aunque luego se durmió junto al ordenador, en la habitación del hijo de la testigo. La testigo declara que el gato toma pastillas anti-ansiedad para personas. Francisco, debido seguramente a la fuerte sugestión a la que se veía sometido por parte de la testigo, confesó sentirse incómodo en la casa, «con los vellos de punta».
Es muy importante para cualquier persona que trate estos temas fijarse mucho en los detalles que la testigo cuenta y desgranarlos minuciosamente. En este caso, se centra mucho en la desaparición y aparición aleatoria de objetos que comúnmente están en el domicilio. Por ejemplo, unas llaves que desaparecen y a su vez a los días aparecen en su nevera, recuerdos familiares… A ojos inexpertos puede ser un fenómeno de aporte, algún «duende» que juega con la testigo, pero un análisis exhaustivo del caso nos demostraría que era muy real.
Juan Miguel y yo dejamos que Laura nos contase sus impresiones y experiencias con todo lujo de detalles. Dejamos que se explayase y grabamos todo su testimonio en audio (mala calidad en la época, donde la tecnología no era tan accesible). La realidad es que Laura se veía como la víctima de un fenómeno paranormal genuino, y realmente ella lo percibía así transmitiéndonos sus emociones, tan puras que nuestro compañero Francisco absorbió ese realismo sintiéndose inquieto durante la entrevista.
Laura, muy amable en todo momento, nos abrió las puertas de su casa y nos facilitó nuestro trabajo plenamente, haciendo ver que realmente ella no escondía nada. Hubo un detalle que a Juan Miguel y a mí nos llamó la atención cuando Laura nos explicaba y nos enseñaba la casa: La habitación del hijo, de 35 años de edad y profesor de inglés, era la típica habitación de un niño, literal, donde comprenderán no podemos publicar fotografías para preservar la intimidad de la familia. Una infantilidad seguramente producida por una represión dado el duro carácter de la madre.
Plano realizado de la casa con el fin de realizar futuras pruebas en caso de sospechar de casuística paranormal
En un momento dado, tras una hora y media haciendo recorridos y examinando la casa, la mujer nos refiere que la lámpara situada sobre su cama comenzó a dar vueltas la noche anterior a nuestra visita.
Lámpara que Laura refiere comenzó a dar vueltas sobre su cama
En aquella época en la comunidad de vecinos se estaban ejecutando unas obras de adecuación en el patio interior, el cual estaba con andamios en todos los pisos. En un momento dado, Juan se fijó en ellos y visualizó unas pisadas recientes que iban desde la habitación del hijo hasta las dependencias de la madre (Cuadrante 2 y 3 del plano). Juan y yo hablamos y decidimos que yo iba a apartar a la madre de escena llevándomela al salón mientras él examinaba los zapatos, coincidiendo un par con las huellas halladas en los andamios. Era tan fácil como, con un palo de apenas 1,5 m., y desde la ventana, hacer mover la lámpara, varas que evidentemente se encuentras en una obra. Pero… ¿Cómo había llegado el hijo, al cual nunca vimos, ser el principal sospechoso?
Andamios situados en el patio interior
La investigación desde ese momento dio un vuelco espectacular, centrando nuestras preguntas en la figura del hijo y su relación con la madre. Se da la circunstancia de que el hijo había comenzado hace unos meses una relación sentimental, temporalmente, y curiosamente, coincidiendo con el periodo de comienzo de los fenómenos (Detalle que nos llamó muy poderosamente la atención). Laura poseía asimismo en propiedad el piso anexo del mismo rellano, lo que se intuía que tenía un patrimonio curioso labrado sin duda tras una dura vida de trabajo.
Sin duda alguna el caso comenzaba a esclarecerse, y de paranormal parecía no tener nada… Cuando Laura comenzó ya a contarnos diferentes intimidades terminamos de hilar y comenzamos a elaborar lo que en realidad escondía el caso: La incapacidad psiquiátrica de la madre para que el hijo pudiese heredar, junto a su pareja, el patrimonio en vida. Y es que realmente cuando oímos el dicho de «en todas las casas cuecen habas», debemos tenerlo muy en cuenta, puesto que detrás de un hipotético caso paranormal puede haber rencillas, herencias y diferentes factores que hacen que podamos ser colaboradores o ayudar realmente en una situación de estas características.
Si según nuestros archivos estadísticos un 80% de los casos tienen explicación sencilla, un 15% tiene implicado un factor familiar detrás, siendo el resto factores estructurales del propio lugar y psicológicos o psiquiátricos del testigo y su influencia en el entorno y un 1% apenas pudiera ser realmente extraño y carente de cualquier explicación racional al menos inmediata.
Llegados a este punto deseamos reflexionar sobre la peligrosidad de acometer una investigación en un domicilio sin la objetividad requerida. Pregúntese, ¿Qué hubiese ocurrido si, en lugar de analizar el asunto de forma crítica en un primer momento hubiésemos dado por hecho de que Laura, aunque no mintiendo, era realmente víctima de fenómenos paranormales? Cuando estudiamos un caso la responsabilidad es muy grande, podemos incluso estar tratando con delitos, y no podemos fomentar de modo alguno que siga creciendo algo que realmente debería ser tratado entre una familia o donde tienen que tomar partido las mismísimas autoridades.
¿Y si Laura en vez de haber dado con nosotros hubiese dado con cualquier grupo de Youtube? ¿Y si Laura, o Pedro, o María, o cualquier testigo que nos llama para estudiar su caso se suicidase debido a la angustia que genera el miedo al desconocido? La responsabilidad del estudio de lo paranormal debe ser asumida desde el principio y actuar en consecuencia, con un método y un procedimiento objetivo y de criba, sin dar por hecho la causa ni alimentarla desde el primer minuto.
Instituciones públicas, empresas y ciudadanos de toda condición social han depositado su confianza en Mundo Parapsicológico a la hora de abordar hipotéticos fenómenos paranormales en sus instalaciones y domicilios, quedándose tranquilos tras un minucioso estudio del caso garantizando su debida confidencialidad. Si consideran que son testigos de fenómenos paranormales de forma común, no dude en ponerse en contacto con nosotros para considerar un estudio personalizado del caso.
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